Conversaciones y cervezas en Reunión

– ¿Saint Paul? Pero es feo, y he oído que el mercado es muy cutre, de cosas usadas o así, y que sólo van los locales. Está mucho mejor el de Saint Gilles.

– Ah, pues nos ha gustado. Por eso, porque está fuera de la burbuja turística y ayuda a hacerte una idea de cómo vive la gente aquí.

– ¿Y vistéis algo más?

Por casualidad aparcamos delante de la mezquita y como es una antigua casa criolla no caímos en la cuenta hasta que empezaron a llegar hombres vestidos de un blanco impoluto con el corán debajo del brazo. 

– ???

Y me encantaron las señoras mayores que asistían a misa al templo católico, que está muy cerca. Llevaban sus mejores galas, pamela incluída. Parecían figurantes de una película ambientada en la época colonial.

-¡Ah! Que tú eras periodista o algo así, ¿verdad?

– ¿Perdón?

– ¡Claro! Por eso te gustan esas cosas.

Publicado por Lucía

Lo que más me hacía disfrutar de niña era hurgar en el armario de mi madre, caracterizarme, y meterme cada día en la piel de una heroína diferente. Ahora, con más de 30 años, encuentro esos momentos de recreo cuando voy al teatro, escucho un concierto, visito una exposición, o simplemente saboreando una copa entre amigos en un local con personalidad. Son breves entreactos en la rutina diaria.

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